Cuáles son los productos transgénicos más habituales
Ten cuidado cuando elijas en el mercado
Los productos transgénicos, por un lado, tienen un costado que aparenta ser positivo. Pero, por otra parte, pueden llegar a ser muy perjudiciales. ¿Por qué? Es justamente lo que sabrás después de leer esta nota y conocer cuáles son los elementos que debes evitar.
Los productos transgénicos son todos aquellos que han sufrido alguna modificación genética para modificar su color, sabor y hasta el proceso de maduración. Los productos manipulados genéticamente generalmente con frutas y vegetales, para hacerlos más resistentes a insectos, plagas y herbicidas.
Si bien estos alimentos tienen sus beneficios, como su tolerancia a factores externos como heladas, cambios climáticos, como también mejor calidad de semillas; también poseen sus desventajas que incluyen la contaminación de frutas, verduras y suelos con herbicidas potentes, el desarrollo de plagas y malas hierbas más resistentes, como el comercio generado por pocas empresas que pretenden tener el control total de la agricultura (¿te suena Monsanto?), planeando comercializar semillas estériles, que solo pueden usarse una vez, obligando a quien quiera cultivar a tener que comprar una y otra vez las semillas.
Las consecuencias al medioambiente están comprobadas y también se supone que podrían traer cuestiones negativas a la población mundial, con alergias y diferentes reacciones adversas que están en proceso de investigación.
Los alimentos transgénicos están más presentes en tu dieta de lo que crees, en Europa cerca del 60% de los productos alimenticios comercializados cotidianamente lo son, mientras que en Norteamérica el número aumenta al 90%. Esto quiere decir es un número muy grande y que la mayoría de los productos lo son.
Conoce algunos de los más populares:
Maíz
El maíz es uno de los alimentos transgénicos más cultivado y la mayor parte es para consumo humano. Este cereal modificado puede contaminar a otras especies cercanas por medio de la polinización, matar a insectos necesarios y hasta podría causar alergias y aumento de peso.
Soja
Entre el 80 y 90% consumida alrededor del mundo no es orgánica, es decir, que ha sido modificada, cargada con herbicidas potentes y productos químicos.
Aceite de canola
El aceite de canola, extraído de la semilla de colza, es uno de los menos saludables que pueden encontrarse en el mercado. No solo contiene cadenas de ácidos grasos que son muy perjudiciales y tóxicas para el organismo, sino que además casi toda su producción es transgénica.
Leche de vaca
No todos los alimentos modificados genéticamente son vegetales, también los animales son modificados para mejorar su rendimiento mediante hormonas, teniendo efecto en los alimentos derivados de ellos.
Si bien la leche suele ser recomendada por su contenido de calcio, bueno para los huesos, no es lo único que contiene. A las vacas lecheras se les dan hormonas de crecimiento para mejorar su crecimiento y rendimiento. Está demostrado que estas hormonas terminan en la leche y en consecuencia en quienes las consumen, mientras tanto siguen teniendo su efecto potenciador.
Pero no todas son malas noticias, también hay alternativas orgánicas, que no perjudican al medioambiente, ni a tu cuerpo y muchas veces dependen de comerciantes independientes o pequeños emprendedores que tienen su huerta y comercializan lo que ellos mismos cuidan.
Hasta en algunas ciudades europeas y en los Estados Unidos ya hay supermercados orgánicos donde puedes encontrar toda clase de productos. Por esto mismo, plantéate por qué elegir productos orgánicos. ¡Es tu decisión!
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