Sopa ahumada de pimientos

Una receta rica y fácil para los tiempos de frío

¿Te gusta la sopa? ¿Te agrada el pimiento? ¿Eres entusiasta de las comidas ahumadas? Aquí entonces verás una opción que te atrapará, pues combina las tres aristas. ¡No te vayas a perder esta sopa de pimientos ahumados!

¿Te gustan las sopas? Pues entonces aquí vas a poder encontrar una excelente opción para esta temporada de frío. Se trata de una receta que puedes aplicar para cualquier momento del día; fría, tibia o, sobre todo, caliente.

La sopa en cuestión es una rica de pimientos ahumados, que se asan directamente sobre el fuego y toman un sabor muy particular. Además, los complementos clásicos -y no tanto- van a hacer todo lo posible por darle un toque diferencial, para que esta sopa sea única, además de muy sabrosa. ¡No te la pierdas!

Tres tazas de caldo de verduras ligero
Tres pimientos rojos grandes
Un puerro
Una zanahoria
Una rama de apio
Un diente de ajo
Una cucharadita de humo líquido
Aceite de oliva
Hierbas frescas picadas
Semillas tostadas
Sal, pimienta y gotas de salsa picante (opcional)

Si ya tienes un caldo ligero preparado o casi listo, colócalo a hervir con el puerro cortado, la rama de apio, el diente de ajo y la zanahoria durante media hora, a fuego bajo una vez que rompe hervor.
Mientras tanto, directamente sobre la llama o las brasas, asa los pimientos hasta que estén completamente negros por fuera.
Pélalos debajo del grifo, simplemente raspando su piel. Quítale las semillas y nervaduras y colócalos en el vaso de la batidora.
Allí añadirás el caldo (con sus vegetales incluidos), el humo líquido y un chorro de aceite de oliva. Procesa hasta obtener una sopa cremosa y bien homogénea.
Al momento de servir, decora con semillas tostadas, hierbas frescas recién picadas (perejil, menta, orégano, tomillo, etc.) y también unas gotas de salsa picante tipo tabasco, que le complementará de maravillas.

Algunos consejitos adicionales

Si quieres añadir otro detalle a tu plato de sopa antes de servir, puedes añadir cubitos de pan tostado y un poco de queso tipo parmesano rallado. Ideal si la vas a tomar bien caliente.
Si te apetece tomar esta sopa más fría o tibia, no hay ningún problema. Incluso puedes añadirle un poco de zumo de limón, para que no sea tan diferentes a un gazpacho, digamos.