Propiedades de la sangre

Según un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts, publicado en la revista especializada Journal of Neurophysiology, la sangre no sólo serviría como sustento y nutrición para el cerebro, sino que además tendría influencia en la forma en que las neuronas procesan la información.

Esto podría modificar las terapias que hoy se utilizan para enfermedades como el Alzheimer, la esquizofrenia, la demencia o la epilepsia.

A juzgar por la hipótesis establecida en la mencionada investigación, la sangre no es sólo un sistema de sustento del cerebro, sino que realmente colabora en el control de la actividad de este órgano.

De esta manera, los cambios localizados en el flujo de sangre afectarían la actividad de las neuronas cercanas, modificando la forma en que éstas transmiten señales entre ellas y, por lo tanto, regulando el flujo de información que viaja hacia distintos puntos del cerebro.

La sangre alimenta al cerebro, al igual que al resto del cuerpo, con los nutrientes y el oxígeno que necesitan las células. Por eso, los problemas y crisis cardiovasculares tienen impactos tan profundos en el funcionamiento cerebral.

Siguiendo la línea de este trabajo, en consecuencia, la sangre nos ayudaría a pensar, modulando activamente la manera en que nuestras neuronas procesan la información. Ante esto, un gran número de enfermedades neurológicas e incluso psiquiátricas podrían asociarse a cambios en el sistema vascular.

Las causas de estos males, entonces, podrían tener su nacimiento no en los daños neuronales en sí, sino en problemáticas relacionadas con la sangre que irían provocando progresivamente ese deterioro neuronal. De confirmarse esta información, se estaría concretando toda una revolución en el tratamiento de este tipo de enfermedades.