Yoga, fisioterapia y Síndrome de Down
Yoga integral arteterapia para niños con síndrome de Down
Conoce el sistema Chris La Valle de Yoga para niños con discapacidad mental y Síndrome de Down. "Desde lo lúdico cualquier niño tiende a copiar lo que hace el otro y es allí donde paulatinamente uno va realizando asanas y ellos las van asimilando tratando de imitar al que está al lado. Muchos niños con síndrome de down son muy flexibles: algo que debe tenerse muy en cuenta para la introducción de cualquier disciplina corporal y para el yoga."
Hay todavía mucho desconocimiento del tema por parte de muchas personas. Mi abordaje específico es con leves y moderados. A veces la discapacidad mental parecería un impedimento para desarrollar otras capacidades. Todos debemos colaborar para que sea posible el crecimiento personal de cualquier ser, favoreciendo su proceso evolutivo que de por sí debe atravesar.
Al igual que todos los que desean hacer yoga es imperativo presentar un certificado de aptitud psicofísica y estar en contacto permanente con los profesionales a cargo. Es aconsejable aprender a descubrir como padres, docentes, médicos, etc. cómo poder estimularlos desde que son bebes y hacer un seguimiento más preciso de sus necesidades básicas para poder detectar como van respondiendo ante determinados estímulos.
No es una tarea del todo fácil, pero tampoco imposible. Debo volver a hacer hincapié a que todos los casos no son iguales y tampoco existe una regla general para todos. El docente de cualquier disciplina debe estar en contacto con los profesionales que lo atienden y seguir detalladamente su historia clínica para ser uno más dentro del marco de su crecimiento a todo nivel.
Cada uno es un ser individual y con distintas necesidades y capacidades como todos los demás. Por eso también en una primera etapa es conveniente el trabajo individual con cada uno de ellos para conocerlos mejor y de a poco ir incorporando algunas técnicas (no necesariamente de yoga) induciéndolos a juegos, o actividades que los ayuden primero a desinhibirse y empezar a mostrar sus potencialidades y por este lado también conocer sus necesidades.
Desde lo lúdico cualquier niño tiende a copiar lo que hace el otro y es allí donde paulatinamente uno va realizando asanas y ellos las van asimilando tratando de imitar al que está al lado. Muchos niños con síndrome de down son muy flexibles: algo que debe tenerse muy en cuenta para la introducción de cualquier disciplina corporal y para el yoga.
Como para cualquier otro niño, la música es un buen instrumento para fomentar el desarrollo corporal. Algunos respiran mal, tienen problemas de concentración, de coordinación, problemas en el lenguaje. El yoga contribuye a mejorar estos problemas.
En una primera etapa la utilización de mudras los divierte y también cantar algunos mantras como el OMM y otros no necesariamente en sánscrito (giverish), los motiva para lograr una mayor concentración y una mejor dicción.
Si están demasiado dispersos al tratar de hacer algunas de las asanas hay que dejarlos fluir y no exigirles. Dado que el yoga no es competencia, cada uno necesita un tiempo distinto al del otro y hay que respetarlo. Tampoco se busca una alineación corporal perfecta al principio. Enfocado desde un sentido lúdico es más placentero y de a poco lograrán ver sus logros cada uno a su tiempo.
Muchos pranayamas contribuyen para ayudar en el proceso respiratorio, los entretiene y por ende, los mantiene concentrados. Algunos respiran por la boca. Como dije antes no se puede generalizar: cada uno es un ser único, diferente y se debe trabajar para lograr su mayor potencialidad como ser humano.
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